jueves, 4 de noviembre de 2010


Yo vivía en el bosque muy contento,
caminaba, caminaba sin cesar.
Las mañanas y las tardes eran mías,
por la noche me tiraba a descansar.



Pero un día vino el hombre con sus jaulas,
me encerró y me llevó a la ciudad.
En el circo me enseñaron las piruetas,
y así yo perdí mi amada libertad.


Han pasado cuatro años de esta vida,
con el circo recorrí el mundo así.
Pero nunca pude olvidarme de todo,
de mis bosques, de mis tardes y de mí.
"Conformate" me decía un tigre viejo,
"nunca el techo y la comida han de faltar,
sólo exigen que hagamos las piruetas
y a los niños podamos alegrar".

Ahora piso yo el suelo de mi bosque,
otra vez el verde de la libertad.
Estoy viejo, pero las tardes son mías,
vuelvo al bosque, estoy contento de verdad.
En un pueblito alejado
en una noche sin luna
alguien no cerró el candado
y yo dejé la ciudad.


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